Es el resultado de la interrupción de la fermentación del Mosto de Uva Quebranta. En vista, limpio, transparente, incoloro y brillante. En nariz, se encuentran aromas a frutos secos pero con una ligera nota mineral; en boca muy aterciopelado, dejando un placentero y largo final a frutas secas.
Para la producción utilizamos 10.5 kilos de uva por litro.